El Día Internacional de la Lengua Materna (DILM) fue proclamado por la Conferencia General de la UNESCO en Noviembre de 1999 con el objetivo de promover la diversidad cultural y el pluralismo lingüístico.
No todos los especialistas están de acuerdo, pero en general suele considerarse la lengua materna a la que se aprende primero, con intervención pedagógica nula o mínima y suele referirse a la lengua aprendida de los padres. ésta se diferencia de una segunda lengua, que se aprende del contexto local o una vez comenzada la escolarización. Según el lingüista americano Noam Chomsky, la habilidad de adquirir una lengua materna se pierde a los 12 años, cuando cambia la estructura mental de la habilidad lingüística.
Se tiende a pensar que los niños, cuyos padres hablan distintos idiomas entre sí o un idioma diferente al local, cuentan con la ventaja de aprender dos lenguas maternas a la vez, convirtiéndose en niños genuinamente bilingües, aunque tampoco hay consenso en este tema.
En América se calcula que existen entre 6000 y 7000 lenguas maternas, 3000 de las cuales están en peligro de extinción. En Argentina en particular el idioma oficial es el Castellano y existen actualmente unas 600 lenguas aborígenes que sumaban el doble antes de la conquista española. Entre esas lenguas se encuentra el Quechua, el Guaraní, el Mapuche o Mapudungun y el Mocoví. También se encuentran en nuestro país lenguas de otros orígenes como el Alemán, el Yiddish, el Galés, el Chino y el árabe que siguen en esas comunidades siendo lenguas maternas.
Una lengua no es sólo un grupo de reglas gramaticales y una lista de vocabulario que se puede encontrar en un diccionario, "cada lengua encierra la visión del mundo de sus hablantes: cómo piensan, qué valoran, en qué creen, cómo clasifican el mundo que les rodea." (Según Dixon, citado por Moreno Cabrera 2000: 215).
Por ello es fundamental que valoremos y protejamos la riqueza cultural que nos ofrece la diversidad de lenguas, con sus idiosincrasias, sus maravillas y sus misterios.
Viviana Botti BarnettNo todos los especialistas están de acuerdo, pero en general suele considerarse la lengua materna a la que se aprende primero, con intervención pedagógica nula o mínima y suele referirse a la lengua aprendida de los padres. ésta se diferencia de una segunda lengua, que se aprende del contexto local o una vez comenzada la escolarización. Según el lingüista americano Noam Chomsky, la habilidad de adquirir una lengua materna se pierde a los 12 años, cuando cambia la estructura mental de la habilidad lingüística.
Se tiende a pensar que los niños, cuyos padres hablan distintos idiomas entre sí o un idioma diferente al local, cuentan con la ventaja de aprender dos lenguas maternas a la vez, convirtiéndose en niños genuinamente bilingües, aunque tampoco hay consenso en este tema.
En América se calcula que existen entre 6000 y 7000 lenguas maternas, 3000 de las cuales están en peligro de extinción. En Argentina en particular el idioma oficial es el Castellano y existen actualmente unas 600 lenguas aborígenes que sumaban el doble antes de la conquista española. Entre esas lenguas se encuentra el Quechua, el Guaraní, el Mapuche o Mapudungun y el Mocoví. También se encuentran en nuestro país lenguas de otros orígenes como el Alemán, el Yiddish, el Galés, el Chino y el árabe que siguen en esas comunidades siendo lenguas maternas.
Una lengua no es sólo un grupo de reglas gramaticales y una lista de vocabulario que se puede encontrar en un diccionario, "cada lengua encierra la visión del mundo de sus hablantes: cómo piensan, qué valoran, en qué creen, cómo clasifican el mundo que les rodea." (Según Dixon, citado por Moreno Cabrera 2000: 215).
Por ello es fundamental que valoremos y protejamos la riqueza cultural que nos ofrece la diversidad de lenguas, con sus idiosincrasias, sus maravillas y sus misterios.
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